12.16.2005

Textos de Macedonio Fernández

Este argentino discreto y silencioso, al que los grandes veneran pero nunca reconocen lo suficiente, escribió a lo largo de su vida una serie de textos muy heterogéneos, algunos tan difíciles de abordar como de encontrar en las librerías españolas. Hace poco me topé por casualidad con una antología que la Editorial Corregidor publicó en 2004 de la obra de Macedonio Fernández, que lleva por título Textos selectos y comprende varios relatos cortos, dos novelas, cuentos y poemas, además de una buena selección de textos que a veces recuerdan a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna (contemporáneo y gran amigo de Macedonio):

"Pobrecito el cosmos, ¡me da una lástima!; se le cae todo. Habría que aconsejarle que cambie de mucamo."

"Chica extraviada que pregunta a un transeúnte:¿No vio pasar a una señora que no iba con una chica como yo?"

o

"Habiendo tantísimas personas interesantes ¿por qué preferimos admirarnos a nosotros mismos?"

Después de una atenta lectura de esta antología (Macedonio es exigente y requiere tiempo y tranquilidad), me asaltan dos convicciones complementarias: por una parte, la de haber estado implicada directamente en la construcción del texto en tanto que lectora. El autor piensa constantemente en su lector y se dirige a él con familiaridad, lo llama, lo invoca, le hace guiños, siente una empatía con él que le hace escribir cosas cómo ésta:

"Ningún autor tuvo la visión de la tortura del lector después de la palabra FIN. Nadie se cuidó de ese momento. Por primera vez lo hago yo, que sé que en obras que enamoran el lector quiso siempre dos páginas más que desacaten la palabra FIN. E, ido el libro, se queden junto al lector."
(Cuánta razón tiene...¡Con qué determinación me negué a aceptar que había llegado al final de Rayuela o de Los detectives salvajes!)

La segunda certeza que tengo tras haber leído estos textos es que Macedonio Fernández es uno de los escritores que mejor emplean el humor de todos los que conozco. Un humor que es una ética personal, una forma de indagación, una metafísica. Mediante el disparate y la subversión de las convicciones establecidas, el autor argentino construye una visión congruente del mundo y del papel que desempeña en él la literatura, visión que toma prestadas bases de las Vanguardias pero siempre se mantiene en una perspectiva totalmente personal. Y así consigue rasgar, arañar en la lucidez y alcanzarnos un poco con que poder indagar en las situaciones cotidianas, el amor, el sufrimiento, la muerte... porque Macedonio es, básicamente, un escritor metafísico, y sus novelas o cuentos no presentan el desarrollo básico introducción-nudo-desenlace, sino que evolucionan en torno a una idea y se arman siempre a partir de la colaboración imprescindible entre autor y lector (en este sentido, Adriana Buenos Aires Y Museo de la Novela de la Eterna son un claro ejemplo).

Estos Textos selectos son, pues, una invitación al placer de la lectura inteligente, sosegada y agradecida, donde la pieza más importante es uno mismo. Eso sí, el placer aparece siempre y cuando uno sea capaz de asumir el riesgo que todo esto conlleva.

10 comentarios:

  1. Hola,
    Primero. Qué lindo encontrar gente interesada en el Gran Macedonio, me da verdadera alegría. Somos pocos, pero nos vamos juntando. Segundo. Respecto al humor de Macedonio, yo creo que está básicamente en la forma: es humor sobre la forma, en ese sentido, un meta-humor un poco más "acá". La novela prólogo, Museo, es un claro ejemplo. Devo decir que ésta es sólo una intuición, puesto que no he leído la obra completa todavía, pero me parece que va por buen camino, no se que piensas al respecto. La idea necesita un poco más de desarrollo, me doy cuenta, y si quieres la puedo explicar en otra ocasión en que tenga más tiempo. Por ahora, felicitaciones. Realmente.

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  2. Hola, Edgar

    Bueno, muchas gracias por tus palabras. Es verdad que los admiradores de Macedonio somos pocos pero, claro, bien elegidos. Así que da mucha alegría leer comentarios como el tuyo. Estoy de acuerdo en que el humor de Macedonio se basa en la forma, porque explota sobre todo los recursos lingüísticos y literarios para desconcertar al lector, y provocar su carcajada. De ahí que sea un humor sutil, elaborado, complejo como todo en Macedonio.

    Yo tampoco he leído toda su obra, pero tengo la intención de seguir conociéndola y aprendiendo de ella. Así que cuando quieras.

    Blanca

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  3. ¡Qué bueno encontrar aliados en esta aventura de leer a Macedonio!
    Soy argentina, y es un orgullo que se lea y se venere a este genio en tantos lugares que apenas conozco. He subido textos de Macedonio a mi blog, un extracto del Brindis de Recienvenido y algunos poemas. Muy buen nombre el de Edgar y muy bueno el blog de Blanca. Espero les guste el mío. Un oportuno abrazo.
    vmoran.tango@gmail.com

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  4. Hola,

    Muchas gracias por tu comentario. Me paso por tu blog.
    Un saludo,

    Blanca

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  5. Blanca, quisiera que me recuerdes un poema cortísimo de Macedonio que decía más o menos así: ¨Disiento desesperadamente¨. Gracias

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  6. Descierto revista
    http://descierto.blogspot.com/
    Todo y nada (fragmentos), Macedonio Fernández

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  7. Me parece magnífico que hayas elegido al gran Macedonio. Pero que sus textos sólo te evoquen a Cortázar y a Bolaños es, en mi opinión, muy poco... Creo que faltan Felisberto Hernández, Julio Ramón Ribeyro, L.S. Garini, Salvador Garmendia y algunos más que en este momento no recuerdo.
    Saludos desde Montevideo

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  8. parece suceder en macedonio un ser intimamente fusionado con el mundo, sin tiempo y en todos los espacios.

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  9. ME P`PARECE ALGO MUY ABSURDO, vIRGOOS JAJAJ

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  10. ¿Ser Admirador es más absurdo o meterse en la evocación ajena es mas absurdo o llamar de absurdo al absurdo y no dar el nombre es mas absurdo todavía?

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