3.26.2019

Vida literaria de Carmen Laforet


Leyendo esta Vida literaria de Carmen Laforet, a cargo de Teresa Rosenvinge y Benjamín Prado y publicada en 2004 por Ediciones Omega, he recordado cuánto me gustó Nada cuando lo leí en el instituto. Por entonces, era lectura obligatoria. Luego olvidé a la autora durante muchos, muchos años hasta que me topé con las cartas que se escribieron Elena Fortún y ella hasta la muerte de esta última, en 1952. Allí descubrí una voz muy nítida en su confusión, amarga pero bien modulada, con una querencia por la sencillez y la humildad que la hacía irresistible.
En esta Vida literaria, la voz de Carmen Laforet vuelve a sonar por encima de sus novelas, más allá de Nada y del Premio Nadal que recibió cuando apenas tenía veintitrés años, y que la catapultó a un éxito que fue luz y sombra al mismo tiempo, porque en él se sintió incómoda toda su vida.
La obra de Rosenvinge y Prado incluye un estudio biográfico, un repaso a su bibliografía y una interesante selección de textos (fragmentos de novelas, cuentos, artículos). Me han gustado especialmente los relatos y los artículos porque muestran muy bien el alcance y la transparencia de esta autora que nunca soportó sentirse constreñida y acatar la voluntad de los demás. Ella siempre se movió por instinto, por intuiciones. Se pasó la vida ansiando la soledad para poder escribir pero, cuando por fin la obtuvo (fue al separarse de su marido después de más de veinte años de matrimonio y cinco hijos, ya mayores, en común), escribir empezó a resultarle cada vez más difícil. En realidad, el oficio de escritora reconocida y profesional siempre le había resultado una carga. En esa época, Carmen Laforet empezó a publicar artículos en varios diarios que, aunque posiblemente fueron escritos por motivos económicos, son una delicia para el lector porque parece como si pudiéramos acariciarle las mejillas, unas mejillas que adivinamos tersas y suaves, adornadas por una leve sonrisa burlona.
La figura de Laforet sigue resultando fascinante hoy en día por su determinación, su honestidad, su desprecio de las cosas mundanas y los elogios engañosos. Sus cuentos y novelas son piezas que conforman de un modo preciso la época en que vivió, la terrible posguerra española; las relaciones humanas en el clima de miedo de la dictadura; las ansias por volar un poco más allá de la mediocridad que se respiraba en esa época. La literatura de Carmen Laforet permanece vigente y la voz de sus cartas y artículos resulta extrañamente fresca, como si aún pudiéramos alargar la mano y acariciarle las mejillas.

Teresa Rosenvinge y Benjamín Prado, Carmen Laforet, serie Vidas literarias, Ediciones Omega, 2004, 520 páginas.


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