He leído estos Poemas de la vida interior escritos por Lizzie Doten (1829-1913) y publicados por la Editorial Wunderkammer en una edición preciosa, y he podido acercarme a la figura de esta gran mujer, una mujer que tenía las cosas asombrosamente claras. Convencida de que en las profundidades misteriosas de la vida interior todas las almas pueden estar en comunión con esos seres invisibles que nos acompañan a lo largo del tiempo, Doten recitaba y escribía poemas revelados por espíritus cuyas emociones, desde muy pequeña, en el retiro de un pequeño armario que había en su casa, aprendió a captar y expresar.
Así, Doten recita y escribe bajo la influencia de Edgar Allan Poe, Shakespeare o Robert Burns (y a veces, como el caso de Shakespeare, confiesa que no le gusta nada sentir al espíritu en cuestión rondándole) poemas que dialogan con los de sus predecesores, en un brillante ejercicio de intertextualidad que debemos a esa "vida interior". En ella, según Doten, se encuentra una fuente de inspiración y sabiduría que, tratada de la forma correcta, proporcionará a cada individuo incontables satisfacciones.
Me han gustado mucho estos poemas llenos de fuerza y dolor, donde lo mismo se explica la agonía del gran Poe (el cual, seguro, habría admirado la obra de Doten) que se aconseja a las jovencitas que no se fíen de los caballeros que les sueltan cualquier latinajo para impresionarlas, por muy romántico que este suene. También me ha gustado mucho leer la conferencia "Los misterios de la piedad", que impartió Doten en su día y que acompaña a estos poemas. En ella, la autora muestra una espiritualidad muy libre, nos habla sobre el alma humana y la responsabilidad personal en nuestra relación con Dios, la Providencia el Destino, da igual como queramos llamarlo. Una persona que posa el pie firme en el suelo y dice "Puedo y lo haré" está demostrando su fe en Dios y podrá resolver los misterios del mundo terrenal. Una persona que duda y confía en que todo le vendrá dado, no será capaz de entender nada. La fe en el exterior empieza con la fe en uno mismo, nos dice Doten. Su visión está muy ligada a la del poeta visionario tan característica del Romanticismo y el Simbolismo y, sin embargo, ella la personaliza y la hace accesible a todo el mundo, y ahí reside su originalidad avant la lettre. Doten hace gala de una coherencia asombrosa para la época y las circunstancias en las que vivió...Quizá ella ya sabía que, más de un siglo después, aún tendría lectores con cuyos espíritus atentos podría establecer brillantes complicidades.
Lizzie Doten, Poemas de la vida interior, Editorial Wunderkammer, 2017, 196 páginas.